Llega la primavera a la marisma, y con ella las fochas morunas o "gallaretas crestelladas" Fulica cristata comienzan las luchas por los territorios de cría. Ubican su nido entre los carrizos en el que criarán de 4 a 6 pollos. En muchos casos la pareja permanece custodiando su territorio durante todo el año, expulsando a cualquier otra ave que intente acercarse.
El avetoro
Escondido entre el carrizal el avetoro Botaurus stellaris, emite su reclamo. Su
sonido, es el canto más grave de toda la avifauna ibérica. Pero si ya es
intrigante escucharlo más lo es encontrar sus ojos entre las cañas, ya que esta
ave confía plenamente en su camuflaje, permanece oculto camuflado en la marisma
totalmente inmóvil. Con su postura típica, con el pico mirando al cielo, su
silueta se funde perfectamente entre los carrizos.
En la marisma del Guadalquivir, al llegar la primavera todavía
se puede escuchar algún avetoro, pero es en invierno, cuando los ejemplares
europeos pasan aquí la estación fría cuando se puede disfrutar de una mayor
presencia de individuos de esta enigmática especie.
Avetoro común Botaurus stellaris
El ocaso del sol en la marisma
Durante estos meses numerosas aves procedentes de toda
Europa van llegando a Doñana para pasar el invierno en la marisma. Es todo un
espectáculo ver como al ocaso del sol el cielo se va llenando de aves, unas de regreso a sus dormideros y otras que comienzan su actividad nocturna. Una de ellas es el búho
campestre Asio flammeus que aguarda oculto entre el matorral y las salicornias a
la hora de la caza.
Búho campestre Asio flammeus
En los bonitos atardeceres invernales de Doñana aparece en
el cielo la silueta inconfundible del búho campestre que con su penetrante
mirada prospecta la marisma en busca de pequeños roedores que llevarse al pico.
Búho campestre Asio flammeus
Entre las lagunas y lucios de Doñana se puede observar al
caer el sol otra ave que también comienza su hora de caza, el martinete común Nycticorax nycticorax. El cual posado
entre los juncos espera paciente durante la noche en busca de peces y cangrejos.
Martinete común Nycticorax nycticorax
En las últimas horas del día incrementan su actividad también
otros animales como los gamos Dama dama,
que salen a pastar a la extensa marisma.
Gamo Dama dama
Al desaparecer la luz aparecen otros pequeños animales como
es el caso del alacrán Buthus occitanus que
apura su caza noctura los últimos días
buen tiempo para resguardarse durante el frio invierno, el cual le privara de
la mayoría de sus presas.
Alacrán Buthus occitanus
Biodiversidad Ibérica
La Península Ibérica es uno de los lugares con mayor
biodiversidad del mundo. La riqueza de especies de animales vertebrados es muy
alta y se pueden encontrar en ella todo tipo de formas de vida sorprendentes.
El abejaruco común Merops
apiaster, toma rumbo al continente Africano tras haber criado a sus pollos
en la Península.
Abejaruco común Merops apiaster
De la misma forma los pollos de la golondrina común Hirundo
rustica, ya revolotean alrededor del nido, listos para el viaje, mientras
que les observa la garcilla bueyera Bubulcus
ibis.
Pollo volantón de golondrina común Hirundo rustica
Garcilla bueyera Bubulcus ibis
Muchas otras aves también preparan su viaje de regreso a África,
como es el caso de avión zapador Riparia
riparia, y la canastera común Glareola
pratincola.
Avión zapador Riparia riparia
Polluelo de canastera común Glareola pratincola
Otras aves como la cigüeñuela Himantopus himantopus, los flamencos Phoenicopterus ruber y la cigüeña blanca Ciconia ciconia aguardan sus últimos días en el humedal hasta el
próximo año.
Cigüeñuela Himantopus himantopus
Flamenco común Phoenicopterus ruber
Cigüeña blanca Ciconia ciconia
Muchas aves rapaces también ponen rumbo a África al
finalizar el verano, como es el caso del milano negro Milvus migrans y el aguilucho cenizo Circus pygargus.
Milano negro Milvus migrans
Hembra de aguilucho cenizo Circus pygargus
Desde los altos los buitres leonados Gyps fulvus lo van observando todo, al igual que el águila imperial
ibérica Aquila adalberti y el buitre
negro Aegypius monachus.
Buitre leonado Gyps fulvus
Buitre leonado Gyps fulvus
Águila imperial ibérica Aquila adalberti
Buitre negro Aegypius monachus
Otras aves como el petirrojo Erithacus rubecula se quedarán a pasar el invierno en la Península
soportando las bajas temperaturas. Sin
embargo la abubilla Upupa epops a
pesar de estar el invierno en África volverá la próxima primavera y tendrá que volver a soportar la nevadas tardías.
Petirrojo Erithacus rubecula
Abubilla Upupa epops
Otros animales al acabar el verano se retirarán a sus
refugios donde pasarán el invierno protegidos de las condiciones climáticas
adversas. El nóctulo gigante Nyctalus
lasiopterus se retirará a su refugio en un antiguo nido de picamaderos.
Mientras la salamanquesa común Tarentola
mauritanica se esconderá entre las fisuras de las rocas.
Nóctulo gigante Nyctalus lasiopterus
Salamanquesa común Tarentola mauritanica
La mayoría de las aves migratorias regresarán a sus
cuarteles invernales cruzando el Estrecho de Gibraltar en cuyas aguas habitan
numerosas especies de cetáceos como es el delfín listado Stenella coeruleoalba.
Delfín listado Stenella coeruleoalba
El invierno en Doñana
En la época invernal las marismas de Guadalquivir se
convierten en el lugar de refugio de miles de aves. Estas aves venidas del
Norte de Europa eligen este enclave para alimentarse durante el invierno, para
una vez entrada la primavera regresar a sus lugares de cría en el Norte.
Una especie que pasa aquí el invierno en la es la
garceta grande Ardea alba, cuya gran silueta blanca se puede ver surcando el cielo
marismeño. Su gran tamaño y su color blanco puro, destacan entre los carrizales
inundados en los cuales caza peces e invertebrados con su pico en forma de arpón.
Garceta grande Ardea alba
Al igual que la garceta grande, la garceta común Egretta garzetta, de un tamaño mucho
menor y residente en la marisma durante todo el año, acecha en las orillas de los lucios en busca de
presas.
Garceta común Egretta garzetta
Junto con las garcetas, la garza real Ardea cinerea también acecha en el lucio
preparada para pescar con su pico en un movimiento rápido y preciso.
Garza real Ardea cinerea
Merodeando entre arrozales y lucios algunos
individuos de cigüeña negra Ciconia nigra
pasan el invierno en la marisma, mientras que el resto de ejemplares de su
especie pasarán el invierno en África. Esta emblemática ave tiene un marcado
carácter solitario durante la época de cría, mientras que durante la invernada
se pueden reunir en un gran número.
Juvenil de cigüeña negra Ciconia nigra
Junto con las aves que pasan el invierno en Doñana,
en la marisma nos encontramos con otras aves que podemos encontrar durante prácticamente
todo el año, como son los moritos Plegadis
falcinellus, garcillas cangrejeras Ardeola
ralloides y cigüeñuelas Himantopus
himantopus.
Morito Plegadis falcinellus
Garcilla cangrejera Ardeola ralloides
Cigüeñuela Himantopus himantopus
Mientras el cielo de la marisma se cubre con los numerosos bandos de aves que cruzan de un lado para otro. Cuando pasa un gran bando de flamencos Phoenicopterus ruber, el espectáculo es formidable.
Bando de flamencos Phoenicopterus ruber
En las diferentes lagunas de las marismas las diferentes
especies de anátidas venidas de Europa cubren la lámina de agua, donde se
encuentran especies como el ánade rabudo Anas
acuta, el pato cuchara Anas clypeata
o la cerceta común Anas crecca.
Ánade rabudo Anas acuta
Pato cuchara Anas clypeata
Cerceta común Anas crecca
También en estas lagunas están presentes otras
anátidas mucho menos comunes como es el tarro canelo Tadorna ferruginea, y la focha moruna Fulica cristata, la cual cría en la marisma.
Tarro canelo Tadorna ferruginea
Focha moruna Fulica cristata
Las fochas comunes Fulica atra se concentran en grupos de miles alimentándose en las
orillas de la laguna, junto con otras aves como la agachadiza común Gallinago gallinago.
Focha común Fulica atra
Agachadiza común Gallinago gallinago
Cambiando de zona, la marisma seca también alberga
numerosas especies como el alcaraván Burhinus
oedicnemus.
Alcaraván Burhinus oedicnemus
Numerosas especies de rapaces pasan el invierno en
la marisma seca; la lechuza campestre Asio
flammeus aguarda camuflada durante el día pegada al suelo, para al caer la
noche salir en busca de sus presas.
Lechuza campestre Asio flammeus
Junto con este espectáculo de biodiversidad de aves,
en el monte mediterráneo de Doñana el lince ibérico Lynx pardinus comienza su época reproductiva. Siempre alerta los rabilargos Cyanopica cyanus alertarán a los demás habitantes del monte la presencia del gran gato.
Huella de lince ibérico Lynx pardinus
Rabilargo Cyanopica cyanus
Al caer el sol en la
marisma es cuando los maullidos de los linces buscando pareja suenan entre los
alcornoques y pinos de Doñana.
Atardecer en Doñana
Biodiversidad en la montaña
En las altas cumbres de la Montaña Palentina nacen
numerosos arroyos y riachuelos que más adelante se juntarán para dar fuerza a
ríos como el Carrión y el Pisuerga. En estas altitudes el agua es muy pura y
apenas tiene nutrientes que puedan sustentar una cadena trófica. Sin embargo
existe una gran biodiversidad asociada a estas aguas que vive en pequeños lagos y lagunas,
turberas, arroyos, etc.
Sapo partero común Alytes obstetricans
En estos lugares se dan las condiciones ideales para
la reproducción de numerosas especies de anfibios. Uno de los anfibios que podemos encontrar en
los lagos y turberas de la Cordillera Cantábrica es el sapo partero común Alytes obstetricans. También en las
zonas húmedas de la montaña aparece la rana bermeja Rana Temporaria, un anuro inconfundible por su color pardo grisáceo
y su gran potencia en el salto. Esta especie está perfectamente adaptada a la
vida en la montaña ya que cuando llega la época invernal se entierra en el
fango de las turberas y espera paciente hasta que se derritan las nieves en
primavera.
Rana bermeja Rana Temporaria
Otro anfibio muy interesante que vive en los lagos
de alta montaña es el tritón alpino Mesotriton
alpestris, cuya presencia es un indicativo de una gran calidad del agua. En
primavera es común encontrar pequeñas
charcas y turberas en las que los individuos adultos de esta especie acuden a
reproducirse.
Tritón alpino Mesotriton alpestris
En los prados húmedos y turberas de montaña habita
la lagartija de turbera Zootoca vivípara,
una especie de reptil que tiene un curioso sistema para la reproducción.
Existen poblaciones tanto ovíparas, es decir que ponen sus huevos y esperan a
que estos eclosionen, y poblaciones ovovivíparas, en las cuales los juveniles
eclosionan del huevo dentro del abdomen de la madre.
Lagartija de turbera Zootoca vivípara
Según bajamos en altitud desde las montañas, la
vegetación se va adueñando del paisaje hasta llegar a los bosques maduros de
robles y hayas que cubren los valles. En estos ecosistemas existe una abundante biodiversidad a todos
los niveles. Muchos animales se han especializado en un nicho ecológico
concreto, como es el caso del agateador común Certhia brachydactyla, un ave que trepa sin cesar por los árboles
en busca de pequeños escarabajos y arañas.
Para esta especie es muy importante la conservación de los bosques
maduros, ya que nidifica en las grietas de los grandes árboles.
Agateador común Certhia brachydactyla
En los bordes de estos bosques y zonas más abiertas
se puede observar al chotacabras gris Caprimulgus europaeus, un ave que vuela al caer la noche en
busca de sus presas que generalmente suelen ser escarabajos y polillas.
Chotacabras gris Caprimulgus europaeus
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