La vida de la alta montaña

Tanto los animales como las plantas que viven en lugares de alta montaña , más concretamente de la zona de la Montaña Palentina, donde picos como Peña prieta, Curavacas o Espigüete alcanzan altitudes de hasta 2500 m; han tenido que adaptarse a unas duras condiciones ambientales, lo que ha facilitado el proceso de especiación, al encontrarse casi aisladas unas poblaciones de otras. Esto ha dado lugar a una rica diversidad en estas zonas de especies endémicas sobre todo de flora.


Pico curavacas 2520 m

Una de las especies más representativas de estas alturas es el rebeco Rupicabra rupicabra, especie muy adaptada a los riscos y acantilados de montaña. Es un animal social que convive en pequeños grupos en busca de pastos de altura. Estos grupos están formados sólo por machos; los cuales también pueden ser solitarios, o sólo por hembras y sus crías, que sólo se reúnen durante la época de celo.

 Rebeco Rupicabra rupicabra

Entran en celo entre octubre y noviembre, durante ese tiempo, los grupos de machos siguen a los de hembras y se unen a ellos, formándose entonces fuertes enfrentamientos entre los machos, que luchan cabeza contra cabeza por el derecho a reproducirse. Son de costumbres diurnas, aunque a medio día suele decrecer su actividad, que es mayor durante la mañana y a últimas horas de la tarde. En invierno cambia su pelaje y desciende en altura a zonas donde puede escarbar en la nieve y buscar alimento en forma de ramitas y hierbas secas.

Agujas de Cardaño; formación glaciar de picos "horn"

En zonas como el Lago de las Lomas o Fuentes Carrionas, lagos formados a partir del deshielo de antiguos circos glaciares se pueden encontrar numerosas especies de anfibios de alta montaña.

 Lago Las lomas; antiguo circo glaciar

El sapo partero común Alytes obstetricans, es un habitante de estas zonas aunque también se le puede encontrar en otros hábitats como bosques o riberas. En muchas zonas los machos empiezan a cantar en el inicio de la primavera desde sus refugios o en sus inmediaciones, atrayendo a las hembras que emiten llamadas de respuesta. Tras la cópula; denominada amplexus se produce la fecundación de los huevos que son enrollados por el macho entre sus patas traseras, donde permanecerán aproximadamente un mes. Entonces el macho suelta la puesta en el agua, donde las larvas rompen la cubierta del huevo para nadar libremente. No es territorial y frecuentemente varios individuos comparten refugio bajo grandes piedras o grietas del sustrato, Ocasionalmente activo durante el día, es fundamentalmente crepuscular y nocturno.

Hembra de sapo partero común Alites obstetricans

Otro anfibio característico que habita estos lagos es el tritón alpino Mesotriton alpestris, su coloración ventral es anaranjada o rojiza y suelen presentar manchas oscuras en la garganta, la parte inferior de los miembros y en los márgenes del vientre, lo que le diferencia de otras especies de tritones. La reproducción tiene lugar en primavera entre los meses de marzo y mayo en el agua en las lagunas o tuberas cercanas. Los machos suelen ser los primeros en acudir a los puntos de reproducción y muestran una gran fidelidad a los lugares en los que se reproducen utilizando el campo magnético terrestre como principal fuente de información para orientarse en sus migraciones de hasta más de 9 Km. Registran su mayor actividad durante el crepúsculo y la noche, sobre todo durante su fase terrestre. En su fase acuática permanecen durante el día en las zonas más sombreadas de los medios acuáticos. Lo más común es que abandonen el agua desde junio a agosto, aunque en algunas poblaciones permanecen en el agua hasta septiembre u octubre, y algunos ejemplares pueden llegar a permanecer en el agua todo el año.

Tritón alpino Mesotriton alpestris

Dentro de las aves una especie bastante común en estas zonas, sobre todo en el Espigüete es la chova piquigualda Pyrrhocorax graculus, ocupando los canchales y praderas de alta montaña, empleando las paredes verticales y simas como dormidero y zona de reproducción, la cual empieza en el mes de mayo. Otras especies de aves que viven en estas alturas son el gorrión alpino Montifringilla nivalis, el acentor alpino Prunella collaris o el oculto treparriscos Tichodroma muraria, pájaro casi invisible cuyo color gris parecido a la roca se mimetiza perfectamente con el ambiente.

Chova piquigualda Pyrrhocorax graculus

La mariposa Apolo Parnassius apollo es uno de los Lepidópteros más bonitos y espectaculares de nuestra fauna. Tiene un gran tamaño, ya que puede llegar a los 80 mm y unos ocelos rojos o anaranjados que destacan sobre el fondo blanco de las alas. Esta mariposa es una especie característica de la alta montaña, pudiendo encontrarse a alturas superiores a los 2000 metros. La Apolo es una reliquia de la última glaciación, ya que al igual que ocurrió con otras muchas especies de nuestra fauna alpina, una vez que se retiraron los hielos hace unos 10000 años, muchos animales adaptados a climas fríos emigraron al norte y otros quedaron aislados en las zonas más altas de los sistemas montañosos. Este aislamiento ha sido el responsable de los numerosos fenómenos de especiación que se han producido en esta especie, ya que casi cada montaña tiene su propia subespecie de Apolo, aislada de las demás por zonas subóptimas. Tan sólo en la Península ibérica se han catalogado 23 subespecies diferentes. En la Montaña Palentina se puede encontrar en las montañas calizas del Espigüete y de la Sierra del Brezo, alimentándose las orugas de especies calcícolas como Sedum album, Sedum sempervirum o Sempervirum arachnoideum.

Mariposa Apolo Parnassius apollo

En lo que respecta a la flora, en la Montaña palentina se pueden encontrar numerosas especies endémicas de estas zonas, algunas en peligro de extinción. Hay que destacar la zona de el macizo de Peña Prieta ya que es un de los pocos lugares donde se dan las condiciones para el pastizal alpino, donde se pueden encontrar numerosas plantas endémicas.

Macizo de Peña Prieta

La Primula pedemontana es el gran tesoro botánico, un endemismo  de la cara norte del Curavacas, el único lugar de la península en el que se puede encontrar esta flor.
Primula pedemontana

Otro endemismo de esta misma zona es el Ranunculus parnassifolius subsp. cabrerensis, especie característica de pedregales silíceos descubiertos.

Ranunculus parnassifolius subsp. cabrerensis

Cambiando de sustrato hacía suelos calcáreos de montaña encontramos también entre muchos otros dos especies de gran interés como la Campanula arbatica y la siempreviva del Espigüete Sempervivum giusepii.

Campanula arbatica

La Androsace cantabrica es otro endemismo cantábrico, de área reducida. Exclusivo de las montañas de Campoo (Cantabria) y de Curavacas y Peña Prieta. Presente aquí en Cubildecán, sobre la Canaleta de Bobias, collado de Fuentes Carrionas, Tres provincias, Hoyos de Vargas y Pico las Lomas. En estas mismas zonas del piso alpino se encuentra la Pulsatilla vernalis, muy escasa en la Cordillera Cantábrica en el macizo de Peña Prieta se encuentra en la umbría de la Peña y en Cubildecán y también crece en la cabecera del valle de Lechada y bajo las Agujas de Cardaño.

 Pulsatilla vernalis

1 comentario:

  1. Estupendas Fotos... me gusta mucho la de Las Agujas de Cardaño , tengo pendiente repetir una subidita hasta allí.
    Saludos

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