El cangrejo de río autóctono

En algunos enclaves casi vírgenes de la Montaña Palentina habita el escaso cangrejo de río autóctono Austropotamobius pallipes. Su hábitat idóneo son los pequeños arroyos de las cabeceras de los ríos que sufren estiaje. Esta especie que era abundante en toda la Península Ibérica estuvo a punto de desaparecer en los años 70.

Cangrejo de río autóctono Austropotamobius pallipes

Las poblaciones del cangrejo autóctono se vieron diezmadas en pocos años debido a la desaparición de su hábitat y por la aparición del hongo Aphanomyces astaci, agente causante de la enfermedad de la afanomicosis; siendo esta transmitida por el cangrejo rojo americano Procambarus clarkii que fue introducido por primera vez en el coto de Doñana. Otro cangrejo exótico, el cangrejo señal Pacifastacus leniusculus recientemente introducido, también es portador de la afanomicosis y amenaza ahora las poblaciones del cangrejo autóctono.

Cangrejo de río autóctono Austropotamobius pallipes

Este crustáceo dulceacuícola sobrevive ahora en riachuelos de suelo calizo con abundante materia orgánica y vegetación. Hace su vida en el crepúsculo y al amanecer, mucho más que en pleno día o en la total oscuridad, periodos que pasa bajo las piedras, entre la vegetación o en huras que él mismo cava en las orillas. El celo comienza en otoño. Las hembras construyen en el suelo un agujero donde permanecer ocultas, asomando tan sólo las dos pinzas y las antenas. Cuando al mes o mes y medio los óvulos están maduros, la hembra los va liberando en una cámara construida por su propia cola. Los huevos son incubados entre seis y siete meses, al cabo de los cuales salen los pequeños, que permanecen varios días unidos a su progenitora.

Cangrejo de río autóctono Austropotamobius pallipes

En el mismo hábitat son comunes las ranas, que toman el sol mientras que cazan en las orillas, y cuando se sienten amenazadas saltan al agua para refugiarse entre las piedras y la vegetación. En su celo que va de Abril a Julio los machos cantan para atraer a las hembras y para marcar sus pequeños territorios. Las hembras ponen la puesta en el agua, que puede llegar a ser de hasta 2000 huevos.


Rana común Pelophylax perezi

2 comentarios:

  1. Que pasa Adrián.
    Te has empleado a fondo en estos últimos días.
    Una gran entrada, muy original y diferente a lo que solemos hacer los demás.
    Saludos y ya hablamos.

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  2. jeje hay que ir publicando las fotos sacadas del verano mientras se estudia estadistica!!! ya hablaremos!

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