Las setas del bosque

Una de las setas más bonitas de la rica diversidad micológica de la Montaña Palentina es la Amanita muscaria. Esta belleza unida a sus propiedades alucinógenas ha producido que esta seta se haya utilizado a lo largo de la historia. Ya en el año 1500 a.C. era utilizada en el norte de la India como principal ingrediente del elixir de la juventud. También fue utilizada por los vikingos que ingerían este hongo para obtener más fuerza y no sentir dolor durante la batalla. Los  antiguos chamanes siberianos ingerían Amanita muscaria y experimentaban viajes hacia otros mundos donde tenían encuentros con seres espirituales.

Amanita muscaria

Otra seta muy parecida a esta, pero que cambia el color rojo por el amarillo limón, es la Amanita citrina. Se trata de un hongo con el que habrá que tener especial cuidado ya que es fácilmente confundible con otras setas mortales como la Amanita phalloides.

Amanita citrina saliendo de la tierra

La Amanita phalloides es la seta que más intoxicaciones causa en España, siendo muchas de ellas mortales. Crece principalmente en los pinares y en los robledales. El color verdoso de su sombrero, las láminas blancas y la presencia de volva y anillo en el pie advierten que se trata de esta especie mortal.

Amanita phalloides

Una seta que ha sido muy apreciada desde la antigüedad es la seta de los caballeros Tricholoma equestre, tiene un gran sabor, pero recientemente ha sido relacionada con una toxina que afecta a los músculos, por lo que es considerada una seta tóxica.

Tricholoma equestre

Bajo los hayedos Palentinos crece la “Oreja de gato blanca” Helvella crispa, una seta que resulta tóxica en crudo, pero que pierde esta toxicidad una vez cocida.

Helvella crispa

En los pinares y robledales podemos encontrarnos con multitud de especies de hongos que enriquecen la diversidad del bosque. Un ejemplo es el comúnmente denominado “pedo de lobo” Lycoperdon perlatum,  que crece en casi cualquier bosque de la comarca. A poco que se apriete el casquete, éste revienta, soltando las esporas al aire, en forma de un polvo negruzco; de ahí su nombre vulgar.

Lycoperdon perlatum

En los pinares adultos de la zona norte de Palencia crece en otoño el apreciado “boleto de los pinos” Boletus pinicola. Es un hongo que por su excelente sabor muy buscado.

Boletus pinicola

Boletus pinicola saliendo entre las acículas de los pinos

Otro hongo del mismo género que el anterior es el Boletus edulis. Tiene un valor culinario incluso mayor que el pinícola, y es considerado como una de las mejores setas comestibles. Crece sobre todo en los robledales, aunque también se puede encontrar en los pinares maduros. En ocasiones este hongo aparece picoteado por los pájaros y comido por algunos animales del bosque como las ardillas, ratones y corzos.

Boletus edulis

Este hongo es buscado con ayuda de otra seta llamada “la chivata” Clitopilus prunulus. Esta seta blanquecina también comestible crece en los mismos lugares donde crecen los boletos por lo que la chivata desvela la ubicación de estos.

Clitopilus prunulus

Pico Curavacas desde Vidrieros nevado

2 comentarios:

  1. Muy buena toda la serie y tambien las explicaciones, excelente

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  2. mi niño es una pena que no salgan todas las fotografías, pero asi y todo hiciste un trabajo excelente, un besin de esta asturiana que te desea ¡feliz navidad¡

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